Formar un nuevo hábito bueno puede ser una lucha, pero vale la pena el esfuerzo. Tener más hábitos buenos puede ayudar a tener una mejor salud general o lograr una meta más grande. Algunas cosas que puedes hacer para formar un nuevo hábito incluyen identificar tu motivación, crear una señal y monitorear tu progreso. Si tienes un mal hábito, solo ten en cuenta que podrías tener que tomar medidas para deshacerte de él antes de intentar reemplazarlo con un nuevo hábito bueno.
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Fija tu meta.
Antes de que puedas comenzar a trabajar en tu nuevo hábito, vale la pena considerar tu meta. Averigua exactamente qué esperas lograr. Asegúrate de que tu meta sea específica, medible, práctica, realista y con plazos establecidos para incrementar tus posibilidades de éxito. Considera lo que quieres lograr y sé lo más detallado posible. Aquí hay algunas preguntas para ayudarte.
- "Específica" significa que la meta sea concreta en lugar de amplia o vaga. ¿Qué quieres lograr exactamente y por qué?
- "Medible" significa que la meta pueda ser cuantificada (medida con números). ¿Qué números están relacionados con tu meta? ¿Cómo puede ser medida usando números?
- "Práctica" significa que la meta sea algo que por lo que puedas trabajar y controlar. ¿Qué actividades específicas se requieren para que logres tu meta? ¿Con cuánta frecuencia debes realizar estas actividades?
- "Realista" significa que la meta sea algo que en realidad puedas lograr con los recursos disponibles para ti. ¿Tu meta es algo que tienes el poder y los recursos para lograr? ¿Por qué o por qué no?
- "Con plazos establecidos" significa que la meta tenga un inicio y un final o una fecha límite que harás cumplir. ¿Cuándo comenzarás a trabajar para lograr la meta? ¿Para cuándo necesitas alcanzar la meta? ¿Qué pasará si tienes éxito? ¿Qué pasará si fallas?
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Identifica el hábito que quieres formar.
Tener buenos hábitos que estén alineados con las metas que quieres lograr puede mejorar tus oportunidades de alcanzar tus metas. Después de haber fijado tu meta y haber resuelto todos los detalles para lograrla, identifica un hábito que sea parte del proceso para alcanzar dicha meta. Considera tu meta y pregúntate: ¿qué buen hábito me ayudaría a alcanzar esta meta?
- Por ejemplo, si tu meta es perder 4,5 kg (10 libras) en 6 semanas, podrías decidir que quieres acostumbrarte a salir a caminar todas las noches a las 7:00 pm.
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Considera tu motivación.
Una vez que hayas identificado tu meta y el nuevo hábito que necesitas formar para alcanzarla, toma un poco de tiempo para considerar tu motivación. Tu motivación es la razón por la que quieres formar este nuevo hábito. La buena motivación puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso al formar un nuevo hábito, así que tómate tu tiempo para considerar tu motivación.
- Pregúntate: ¿cuáles son los beneficios potenciales de formar este nuevo hábito? ¿Cómo mejorará tu vida este nuevo hábito?
- Anota tu motivación para que puedas revisarla cada vez que necesites un impulso.
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Comienza de a poco.
Incluso si el nuevo hábito que quieres formar es algo grande, comienza haciendo un cambio pequeño para incrementar tus oportunidades de éxito. Si haces cambios demasiado drásticos, es posible que no seas capaz de seguir el ritmo.
- Por ejemplo, si quieres dejar de comer alimentos fritos, grasosos y azucarados, podrías tener problemas para dejarlos de inmediato. En su lugar, podrías encontrar que es más fácil comenzar a eliminar una categoría a la vez.
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Date tiempo.
Formar un nuevo hábito puede tomar mucho tiempo. Algunas personas pueden formar un nuevo hábito en tan solo unas cuantas semanas, mientras que otras personas tardarán varios meses. A medida que te esfuerces por formar tu nuevo hábito, solo ten en cuenta que podría tardar un tiempo antes de que sea automático. Trata de ser paciente contigo mismo a medida que formes tu nuevo hábito.
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Espera obstáculos.
En el proceso de formar un nuevo hábito, estás obligado a enfrentar algunos obstáculos en el camino. Entender que enfrentarás obstáculos podría ayudarte a vencerlos y seguir esforzándote por tu nuevo hábito. También es bueno recordar que incluso si tropiezas en el camino, eso no significa que fallarás.
- Por ejemplo, si un día no saliste a hacer tu caminata diaria, no te desanimes. Solo reconoce que tuviste un mal día y sal a caminar al día siguiente.
Empieza a desarrollar este nuevo hábito, nos vemos la proxima semana con la segunda parte!
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